¿Cuántas veces hemos oído hablar de la destrucción del planeta? ¿Por qué seguimos leyendo sobre la amenaza del cambio climático? ¿Por qué no hacemos nada? ¿Será porque hay tanta mala noticia que nos abruma?
Llega un punto en el que nos resignamos y no vemos solución posible, pero de hecho, la solución está bajo nuestros pies.
Pero primero… ¿a qué nos enfrentamos?
El cambio climático es el gran problema medioambiental al que nos enfrentaremos durante la próxima década, pero no es el único.
Según la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU, aprobada en septiembre de 2015, algunos de los principales desafíos son:
- El calentamiento global, que por las emisiones de dióxido de carbono (CO2) ha aumentado en 3 décadas casi un 50%, acelerando el cambio climático, catástrofes naturales y la pérdida de biodiversidad.
- La sobreexplotación de los recursos naturales, que pone en peligro la seguridad alimentaria y el abastecimiento de agua potable, causando 5 millones de muertes al año por el consumo de agua contaminada.
- La producción intensiva de alimentos, que tiene consecuencias nefastas para el medio ambiente al empobrecer el suelo hasta el punto de que el 75% de las tierras están degradadas, y al convertir los mares y océanos en vertederos de plástico con una proyección de más plásticos que peces en los ecosistemas marinos para 2050.
¿Es posible encontrar una solución?
Si nos dijeran que la solución para comenzar a resolver estos problemas está a disposición de todo el mundo y que se encuentra bajo nuestros pies…efectivamente, no nos lo creeríamos. Parece demasiado sencillo para ser verdad.
Sin embargo, cada vez más expertos e investigadores apuestan por la agricultura regenerativa. Como ya propuso el ministro de agricultura francés, Stéphane Le Foll durante la COP21, Conferencia de las Naciones sobre el Cambio Climático de 2015, la agricultura regenerativa podría ser la única solución viable que nos permita revertir el daño causado al medio ambiente antes de que sea demasiado tarde.
Entonces te preguntarás… ¿qué es la agricultura regenerativa?
Pues bien, la agricultura regenerativa es una propuesta dirigida a agricultores y ganaderos que consiste principalmente en aprender a cultivar de la misma manera que lo hace la naturaleza. ¿Y cómo? En primer lugar, aprovechando las propiedades del suelo.
El suelo tiene una enorme y magnífica capacidad de absorber dióxido de carbono (CO2). Un gas, que como hemos mencionado anteriormente, es el principal causante del calentamiento global desencadenando un aumento del cambio climático, catástrofes naturales y pérdida de biodiversidad.
A través de la fotosíntesis, uno de los procesos más importantes de la naturaleza, las plantas utilizan la energía solar para absorber el 30% del dióxido de carbono de la atmósfera, expulsar oxígeno y transformar el dióxido de carbono en el combustible o carbono que les permitirá crecer. El 40% de ese combustible de carbono lo mandan hacia las raíces hasta llegar a los microorganismos del suelo.
A cambio, los microorganismos procesan la materia orgánica y mandan los nutrientes y minerales que la planta necesita para alimentarse. Además, los microorganismos también tienen la capacidad de almacenar carbono creando pequeñas bolsas de este elemento.
Como podemos deducir, un suelo sano y fértil es un suelo vivo en el que existen microorganismos. No obstante, las prácticas de agricultura convencional destruyen estos microorganismos rociando pesticidas tóxicos y por ende, destruyendo la fertilidad del suelo.
Las prácticas de la agricultura moderna no se diseñaron en beneficio del suelo, si no para la producción masiva de alimentos. Cuanto más se labra el suelo, más se debilita y son más necesarios los aerosoles químicos provocando el círculo vicioso de la agricultura convencional.
¿Cuáles son las consecuencias de la agricultura convencional?
- A día de hoy, desde los años 70 hemos perdido 1/3 de la capa arable del planeta.
- 2/3 del planeta se está desertificando y se calcula que para 2050, mil millones de personas se verán obligadas a abandonar su hogar.
- Nos enfrentamos a la mayor catástrofe natural y no sabemos cuando llegará
Si continuamos así, la ONU estima que la capa arable del planeta desaparecerá dentro de 60 años y en consecuencia ¿cómo nos alimentaremos?
En definitiva, un suelo dañado, propio de la agricultura convencional, es un suelo sin microorganismos que expulsa, junto con partículas de agua, dióxido de carbono a la atmósfera. La mezcla de ambas sustancias se convierte en polvo y provoca la desertificación del planeta, amenazando no solo la biodiversidad y el clima del mismo, si no la futura alimentación de sus habitantes.
Por tanto, nuestra capacidad de alimentar 9,800 millones de humanos en el 2050 en un contexto de cambio climático dependerá de nuestra capacidad de conservar los suelos vivos.
Iniciativa “4 por 1000” , Stépahne Le Foll
En resumen: tres ideas principales
1. ¿Qué es la agricultura regenerativa?
- Práctica agrícola sostenible que implica la conservación de plantas y microorganismos para poder concentrar carbono en el suelo y hacerlo más fértil.
- Se basa en el concepto de regenerar. No repara el daño causado, si no que mejora las calidad del suelo.
- Su objetivo es hacer rentables las explotaciones agro-ganaderas aprovechando las relaciones simbióticas naturales entre animales, plantas y vida del suelo.
2. ¿Por qué es importante?
- La agricultura regenerativa además de renovar el suelo contribuye a la mejoría del clima.
- Permitirá alimentar a la población mundial de manera saludable y sin agotar los recursos naturales.
- Tiene un impacto positivo en el medio ambiente minimizando la alteración de la biosfera, reduciendo la erosión y reteniendo la biomasa.
3. ¿Qué podemos hacer nosotros?
Como conclusión está en nuestro deber aprovechar la propia capacidad regenerativa de la tierra. ¿Y qué podemos hacer?
Desde Market Sostenibles te animamos a participar en el cambio que nos permitirá vivir un futuro mejor. Modificando nuestra metodología de trabajo y nuestro consumo, podemos contribuir al cambio hacia modelos económicos más sostenibles.
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Alguno de estos ejemplos:
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