Harina ecológica de bagazo de cerveza de espelta (800g)

Desde los campos de Palazuelos (Sigüenza) llega este superalimento ecológico. Se trata de una harina hecha gracias al bagazo cervecero que sobra de la producción de cerveza, siendo un producto 100% de economía circular.

• Destaca por sus valores:
• Alto contenido en proteína (18%)
• Sin azúcar
• Alto contenido en fibra
• Antioxidantes, aminoácidos y otros compuestos beneficiosos
• Producción orgánica
• Sin aditivo, colorante ni conservante
• Enmarcado dentro de la economía circular
• Hecho en la España rural

Añádela cuando hagas panes o cualquier pieza de repostería y enriquece tus elaboraciones con este superalimento, con gran capacidad encimática y potenciador de sabor. Se recomienda utilizar una proporción entorno al 20 -30% y complementarlo con otras harinas.

Sostenibilidad y economía circular

Este producto se enmarca dentro de la visión de la economía circular, aprovechando un subproducto que hasta ahora se desechaba. Además, la espelta utilizada es ecológica porque se cultiva en extensivo y se trata mediante un molino de piedra. Tiene también un impacto positivo en el entorno de Sigüenza por el empleo que se genera y porque DeSpelta reproduce una forma de producción y consumo más respetuosa con el entorno natural.

¿Por qué es sostenible?

De Espelta es una pequeña empresa nacida en el año 2004, se caracteriza por haber introducido el cultivo de espelta en la serranía de Sigüenza (Guadalajara) y por haber recuperado el cultivo de otros cereales antiguos como el trigo negrillo.

Todos sus productos han sido cultivados bajo criterios ecológicos y disponen de la correspondiente certificación, utilizando semillas que no han sido modificadas genéticamente. Además, realizas sus harinas mediante los procesos tradicionales de elaboración, en su molino de trigo, y respetando al máximo la materia prima para que conserve todas sus propiedades y nutrientes.

Lo que les mueve es la intención de extender la cultura del respeto al medio que nos envuelve, nos abriga y nos da de comer.

• Un cultivo limpio de contaminantes y venenos no sólo proporciona alimentos más sanos y condiciones de vida más saludables, sino que también hace posible que insectos, aves, pequeños mamíferos y reptiles vuelvan a colonizar sin riesgo de muerte los lugares que por derecho natural les corresponden.
• Un suelo cultivado de manera natural todo tiende al equilibrio: los microorganismos se desarrollan libremente aportando nutrientes y enriqueciendo el sustrato.
• Rotación de cultivos a fin de mantener y reponer los nutrientes de la tierra de una manera natural.
• Reponer al campo su valor; no sólo como medio de producción, sino también como filosofía vital.